Como parte de nuestra serie Kitchen Chatter, hemos tenido la suerte de charlar con algunos chefs, cocineros y escritores fascinantes, tanto consagrados como prometedores. Esta semana hablamos con el chef Nathaniel Mortley, alias Natty Can Cook, que está detrás de la nueva residencia de cocina de Peckham.
Nathaniel ha tenido una trayectoria única en el mundo de la cocina. Al principio se dedicó a la hostelería para no meterse en líos en la calle, después de ser apuñalado a los 16 años. Ascendió hasta trabajar en restaurantes de alta cocina de Londres e incluso se encargó del catering de los Juegos Olímpicos de 2012. Sin embargo, se enfrentó a problemas y a la discriminación, y volvió a caer temporalmente en la delincuencia, acabando en HMP Brixton. Allí siguió haciendo de chef en el marco del proyecto The Clink. Desde su puesta en libertad, ha trabajado duro para llevar la alta cocina caribeña a la escena de la restauración londinense, al tiempo que apoyaba a otros participantes del Proyecto Clink tras su liberación. Ahora, Natty Can Cook dirige una nueva residencia de cocina en el pub The Greyhound de Peckham.
Así que, después de charlar con gente como Jack Coggins, Halil Şimşek y Athinagoras Kostakos, decidimos que era hora de hablar de cocina con Natty Can Cook.
¿Qué le inspiró para convertirse en chef y cuáles son sus mayores influencias culinarias que han dado forma a su estilo de cocina?
Mi andadura culinaria empezó en casa, donde solía ayudar a mi tía en su negocio paralelo de pastelería. Fue a través de estas primeras experiencias que mi pasión por la cocina se encendió por primera vez. Una de mis mayores fuentes de inspiración es el chef Jason Howard, un auténtico pionero de la alta cocina caribeña. Para mí, es el GOAT de la cocina caribeña.
¿Cuáles son los mayores retos y recompensas de ser un joven chef en Londres?
Como joven chef, mi mayor reto ha sido encontrar una brigada de confianza que comparta mi visión de elevar la cocina caribeña más allá de su típica asociación con la comida para llevar, transformándola en una experiencia culinaria refinada y respetada.
Mi mayor recompensa, sin embargo, es la capacidad de inspirar a otros a través de mi viaje. Sigue pareciéndome surrealista que hace sólo tres años estuviera encarcelado y hoy esté logrando mis objetivos con mi primera residencia en The Greyhound, en Peckham«.
¿Cómo han influido las representaciones mediáticas en la percepción pública de los chefs?
Los medios de comunicación suelen retratar a los chefs como personas volátiles, enfadadas y que se irritan con facilidad, pero no creo que esto refleje la realidad actual. Aunque puede que fuera así hace 10 o 15 años, según mi experiencia, la cultura en las cocinas se ha calmado y ha evolucionado.
¿Cómo ha cambiado el panorama culinario londinense en los últimos años? ¿Hacia dónde cree que se dirige?
La escena gastronómica londinense está en constante evolución, siempre adoptando nuevas tendencias. Ahora mismo, todo gira en torno a los platos pequeños y el concepto de compartir, que ha demostrado ser un éxito (yo también lo he incorporado a mi propio restaurante).
De cara al futuro, creo que el sector se orientará hacia opciones más económicas, ya que el consumidor medio no puede permitirse menús de degustación de 150 libras. La crisis del coste de la vida está afectando mucho a los bolsillos de todos.
¿Por qué cree que es importante que las diferentes culturas tengan ese espacio en el panorama culinario londinense?
En una ciudad tan diversa como Londres, es esencial que las diferentes culturas tengan espacios donde puedan representarse auténticamente. Hay muchas joyas ocultas en esta ciudad vibrante y ecléctica que merecen ser expuestas.
¿Puede compartir alguna experiencia o anécdota memorable de su tiempo trabajando en las cocinas londinenses?
¿Una experiencia memorable? ¿Por dónde empiezo? Mi viaje culinario ha estado lleno de altibajos, pero un momento que realmente destaca es cuando me confié un poco como Demi Chef de Partie y decidí encargarme de la sección de pescado. No sabía que sería uno de los peores servicios de mi vida.
Nuestra Tamsin fue recientemente a ver Natty Can Cook y quedó muy impresionada. Lea su reseña aquí.
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