Hay bastantes trayectos en metro en Londres que se pueden hacer igual de rápido a pie, lo que significa que, lo creas o no, el calvario de sacar tu tarjeta Oyster y apretujarte en un vagón abarrotado no siempre merece la pena. Pero, ¿qué viaje es el más inútil de todos? No, no es el que le lleva al trabajo cada mañana. En realidad es el tramo de la línea Piccadilly entre Covent Garden y Leicester Square.
Estas dos estaciones, situadas a tan sólo 320 metros de distancia una de otra, están conectadas por un trayecto de 45 segundos en metro o por un paseo de 5 minutos, lo que las convierte en las estaciones más cercanas de toda la red de transportes. Ya sé lo que estás pensando: 45 segundos es mucho más rápido que cinco minutos. Y sí, tienes razón. Pero si tenemos en cuenta las barreras, las interminables escaleras mecánicas, las esperas del metro y el temido ascensor de la estación de Covent Garden, las cifras no son tan sencillas.
Para zanjar el debate de una vez por todas, decidimos investigar. Dos de nosotros nos subimos al metro mientras otro recorría las aceras y, aunque sólo fueron unos segundos, el paseo fue (claramente) mucho más agradable. Ambos trayectos duraron unos 5 minutos y 50 segundos, y mientras nosotros pasamos esos cinco minutos esprintando, sudando y esperando que los dioses del transporte estuvieran de nuestra parte, Tom dio un agradable y soleado paseo por las calles de Londres. Creo que ya sé por lo que me decantaría en el futuro.
Más de 250 personas gastan cada día 2,70 libras en el trayecto en metro entre las dos estaciones, la mayoría de los cuales deben de ser turistas, porque un auténtico londinense nunca lo haría. Así que nuestro consejo es que, si puedes, te deshagas de la tarjeta Oyster y pongas en marcha esas clavijas. Será bueno para tu cuenta de pasos y tu saldo bancario. ¿Qué más se puede pedir?