
La casa de Carrie Reichardt (también conocida como Mosaic House) está escondida en una pintoresca y tranquila calle suburbana de Chiswick. Y es un lugar extraordinario. Un edificio cubierto de arriba abajo de coloridos m osaicos que cuenta mil historias, cada una de ellas reflejo de las distintas influencias y artistas que ayudaron a crear la obra maestra del mosaico desde que se inició el proyecto en la década de 1990.
El exterior de esta casa de cinco dormitorios, propiedad de la artista Carrie Reichardt, es ahora una llamativa pieza de arte público. Sin las restricciones de las galerías en las que antes trabajaba, Carrie decidió utilizar su casa como lienzo, y así poder hacer exactamente lo que le viniera en gana. La casa está adornada con montones (y queremos decir montones) de azulejos moasaicos, colores brillantes y mensajes políticos contundentes. Y se alza orgullosa en medio de una calle normal de una zona bastante acomodada, ¡sin duda no pasa desapercibida!
Créditos: @mosaichousechiswick vía IG
Podrías pasarte horas mirando embobado la casa, y aún así ni siquiera te acercarías a descubrir cada minúsculo detalle escondido entre la plétora de azulejos. Está plagada de secretos e historias. Entre otras cosas, encontrarás varios homenajes a prisioneros estadounidenses, que forman parte de la larga campaña artística de Reichardt contra la pena de muerte. Quizá el homenaje más significativo sea el de Luis Ramírez, que fue amigo por correspondencia de Reichardt mientras estuvo en el corredor de la muerte a principios de la década de los 00. De algún modo, consiguió enviarle su tarjeta de identificación como preso, que ahora se conserva en resina en la parte trasera de la casa.
Los visitantes con ojos de abalorio también pueden ver una placa azul en la fachada de la casa que, a primera vista, se parece a las del Patrimonio Inglés que se han visto en otros lugares. Pero, si se observa más de cerca, se trata de un mosaico completo en el que se puede leer: «Salas de tratamiento. 2002 – Ahora. Mucha gente vivió aquí y se divirtió mucho». En la parte trasera de la casa también hay una recreación en mosaico gigante de la famosa ola de Hokusai, que, según Reichardt, es una representación del cambio climático y la subida del nivel del mar.
La Casa de los Mosaicos es realmente espectacular y merece la pena visitarla. Pero recuerda que, aunque se trata de una obra de arte público y está ahí para disfrutarla, también es una casa habitada en una calle habitada. Así que, como siempre, sea respetuoso.
Encontrarás la Mosaic House en 4-6 Fairlawn Grove, Chiswick, W4 5EL. Más información y planes de visita aquí.