El puente de Hammersmith, del que tanto se habla en Londres (y en el Támesis) desde hace tiempo, acaba de reabrir sus puertas a los ciclistas tras una profunda y costosa remodelación. Una gran noticia, ¿verdad?
El puente, catalogado de Grado II*, ha estado cerrado a todos los vehículos desde que se descubrieron unas molestas grietas en su infraestructura allá por 2019. El destino del puente ha sido un tema candente de discusión desde entonces, con un montón de londinenses poniendo sus dos centavos en lo que piensan que debería pasar con él. Y aunque el futuro a largo plazo del puente todavía no es particularmente seguro, el hecho de que ahora puedas cruzarlo oficialmente a pie y en bicicleta se siente como un paso en la dirección correcta.
La reapertura del puente de Hammersmith se produce tras un proyecto de remodelación de 2,9 millones de libras, cortesía de una generosa subvención del Ministerio de Transportes. La calzada principal del puente cuenta ahora con tres carriles: dos para ciclistas (uno en cada sentido) y uno para peatones. Las obras incluyen la sustitución del entablado de madera, el reasfaltado de la calzada, la mejora de la accesibilidad para los usuarios de sillas de ruedas y la instalación de medidas de seguridad antiterroristas.
Aún se están elaborando otros planes para reabrir el puente colgante victoriano, de 138 años de antigüedad, a los vehículos de motor. Existe la posibilidad de que esto nunca ocurra, pero el Ayuntamiento de Hammersmith y Fulham y el Ministerio de Transportes están estudiando diversas opciones y soluciones para confirmar el destino a largo plazo del puente de Hammersmith.