A Londres no le falta vegetación. De hecho, los parques y las zonas verdes representan la friolera del 47% de nuestra capital. Tenemos parques antiguos, parques nuevos, parques enormes y también algunos parques pequeñitos repartidos por la red de transportes de Londres. Y es de esos pequeños paraísos hortícolas de los que vamos a hablar hoy.
Por toda la capital, en el interior de cuatro estaciones de metro de nombre bastante apropiado, hay nueve parques diminutos. Creados en colaboración con el estudio de diseño Edible Bus Stop, estos jardines de bolsillo llevan transformando las taquillas de las estaciones en desuso desde 2016. Y han aportado un poco de la tan necesaria naturaleza subterránea.
Los Tiny Parks se crearon con la intención de mejorar el estado de ánimo de los londinenses y han embellecido cuatro estaciones de metro de Londres: St James’s Park (donde hay dos parques), Belsize Park (que tiene uno), Wood Green y Kilburn Park (ambas con tres parques diminutos). Las antiguas taquillas se han llenado de plantas tropicales de bajo mantenimiento, elegidas por sus efectos positivos en la calidad del aire (y de los desplazamientos).
Cada mini oasis urbano cuenta con su propio guardabosques, que se ocupa de las necesidades de las plantas. Las frondosas pantallas verdes se sitúan detrás de pequeñas ventanas de cristal ante las barreras de las estaciones, y ofrecen algo hermoso y floreciente que contemplar durante el trayecto matutino al trabajo en lugar de la pantalla del teléfono o los sobacos de los demás viajeros.
Encontrará los Tiny Parks de Londres en St James’s Park, Belsize Park, Wood Green y Kilburn Park. Más información aquí.