En un giro argumental que nadie se esperaba, Londres ha dejado de ser la mejor ciudad del Reino Unido.
Sí, ha leído bien.
La edición de 2025 de los premios Condé Nast Traveller Readers’ Choice Awards ha dado un vuelco a la situación y Londres ha caído al tercer puesto, por detrás de Bath y Manchester.
Por qué Londres ya no es la mejor ciudad del Reino Unido
La capital sigue deslumbrando con sus monumentos emblemáticos, sus extensos parques y su animada vida nocturna, pero otras ciudades se están poniendo al día, y rápido. Bath se ha hecho con el primer puesto gracias a sus asombrosos baños romanos, sus acogedoras calles y un panorama gastronómico que está causando sensación más allá de los límites de la ciudad.
Manchester, por su parte, ha pasado de la octava a la segunda posición, impulsada por nuevos restaurantes, animados bares y un ambiente hostelero imposible de ignorar.
Londres lucha contra sus viejos enemigos: el caos de las calles abarrotadas, los precios por las nubes y el ajetreo que agota incluso a los londinenses más duros.
Las nuevas reglas para ser la mejor ciudad del Reino Unido
Ser la mejor ciudad del Reino Unido significa ahora algo más que historia y códigos postales elegantes. Se trata de una cultura viva y en evolución, de una amabilidad genuina y de espacios en los que los recién llegados no son meros visitantes, sino bienvenidos desde dentro. Bath y Manchester lo consiguen: sus calles palpitan con nueva energía y sus habitantes conocen los trucos para disfrutar de la ciudad más allá de las trampas para turistas.
¿Cuál es el secreto de Londres? La metrópoli sigue teniendo un público ferozmente fiel entre los aproximadamente nueve millones de almas que la consideran su hogar.
Compuesta por 32 distritos, cada uno con su propia personalidad, Londres es un mosaico de barrios vibrantes, desde el bullicio creativo de Dalston de Dalston, el encanto pastel de Notting Hill y el ritmo siempre animado del Soho.
Londres puede haber perdido el primer puesto, pero está lejos de haberlo perdido. Para quienes estén dispuestos a buscar las joyas ocultas, los cafés tranquilos y los teatros poco convencionales, Londres sigue siendo una ciudad llena de sorpresas. Puede que la corona haya caído, pero ¿el corazón? Sigue ahí.